Yo soy, músico

Hoy no he venido aquí a hablar de “mi libro”. Dicen que de pequeño era un niño que se pasaba el día cantando “Mambrú se fue a la guerra”… dicen que hablaba con personajes imaginarios: “Mi Matiti” junto con unos “hombre-enanos” que pululaban por mi cuarto de baño a la hora de depositar y con los que charlaba a todas horas. Dicen que me gustaba leer y devoraba los libros, costumbre que luego no he sabido perfeccionar, y que lo primero que hacía al entrar en una casa era mirar la biblioteca.

Tuve el pelo largo desde pequeño, rizado y largo, y parecía una niña, con mis ojos pequeños y la carita pálida, hasta hace poco tiempo he conservado esos rasgos aniñados; ahora con el pelo plateado me llaman señor en cualquier sitio, o caballero, lo que es peor, pues jamás tuve caballo ni la más mínima pretensión de obtenerlo.

Pase mi adolescencia entre vinilos (propios y cedidos) y cassettes grabados de prestado, y algún que otro CD, pocos, pues la economía no daba para mucho. Cuando me regalaron una guitarra clásica, me pasaba los días en el portal, porque tenía mucha Reverb, y saludaba a todos los vecinos que miraban unos con estupor y otros con complacencia. Luego estuve un verano trabajando durante tres meses como mozo de almacén, para poder comprar una guitarra y un amplificador; ni con eso me llegó, tuvieron mis padres que “prestarme” algo. Ah!! los padres, nos han prestado tantas cosas que no les hemos devuelto, y no hablo de dinero como ustedes comprenderán.

Fui un estudiante mediocre y brillante, y alguien se preguntará cómo es esto posible, pero se explica fácilmente, esto se da cuando te dejas llevar y no tienes un objetivo en la vida; siempre admiré a las personas que tuvieron algún tipo de vocación, la mía, ha sido no tenerla.

Gané algunos premios menores, con algunos cuentos con mucha licencia poética. He tocado en muchos grupos, y durante un tiempo malviví de la música. Como soy hombre cómodo puse remedio a tiempo, pues bajo la apariencia de personaje renovado y moderno e incluso loco, se escondía una persona de carácter más bien conservador, precavido, callado y previsor.

Pero no importa lo que seas o fueres en determinado momento, importa lo que eres ahora. Y soy una persona que, cercana a los 52 años, ha grabado un DOBLE CD como si fuera Pink Floyd; un trabajo conceptual, instrumental, raro y por momentos complejo de digerir salvo si se acompaña de una buena siesta (como diría mi querido Galán).

Y ustedes se preguntarán a qué viene esto, este ataque de yoyismo. Pues miren, no es un acto de reivindicación sino más bien una revuelta contra mí mismo. Es una especie de rememoranza en la que la música te recuerda lo que realmente eres; sacar un nuevo trabajo en este momento, así de esta manera, grabado en casa, autoproducido, es una forma de recordarme a mí mismo quién soy, y de sobrellevar los conflictos internos que todos llevamos dentro.

El doble CD tiene una tirada corta, y puede adquirirse aquí (se entregará en Diciembre). Igualmente puede comprarse de forma privada, y descargarse en esta web o solicitarlo vía email o teléfono (WhatsApp): 630 18 52 94.

Y más allá de esta historia, de lo que fuimos o seremos, importa como digo, lo que somos en este momento: y ahora mismo, en este preciso y único instante, soy músico.

[bandcamp width=800 height=472 album=2981896863 size=large bgcol=ffffff linkcol=0687f5 artwork=small]