Thecurizado: Carta a los Reyes Magos

Lo confieso, hoy he sentido vergüenza. Estaba repasando la cantidad de canciones compuestas desde 1986, habida cuenta que he recuperado un disco duro repleto de temas (pues no sé, tal vez 200…); me ha venido además el recuerdo de otro que perdí hace algunos años, a tope también de música.

No me importa reconocer, que por un momento, un instante, me he venido abajo. Resulta increíble que no haya sido capaz de monetizar como es debido, tanto esfuerzo. Ando recuperando temas en mi web, pero este ejercicio está resultando doloroso, aún sabiendo que encuentras de todo; hay buenos temas, malos, malísimos y algunos hits (o que podrían haberlos sido); y te preguntas si la música te ha convertido en un viejo carcamal rodeado de recuerdos e ilusiones imaginarias, a caballo entre el ostracismo y frases absurdas como la de aquella entrevista en El Mundo en la que advertía «mi éxito es un cuaderno de poesía»; y lo más gracioso, apunto ahora, tras unos años: se trata de un cuaderno de poesía que no existe, pues también está perdido en un disco duro.

Ya vengo sintiendo, desde hace tiempo, que mis canciones son como aquellos búfalos, que están esperando pasarte por encima, o simples mentiras para la psyche. Y por eso precisamente, un conjunto de canciones de 2017 que son tan inconexas como mi propia personalidad.

Hacer partícipe a los demás de este sentimiento provoca en mí una especie de efecto placebo, como cuando hace frío y te da el sol en la cara; y sólo puedo experimentar este mismo alivio cuando compongo, cuando escribo, y cuando miro a los ojos de mi perro (que ya dije en una canción, es como ver a Dios).

Y precisamente este 2021, si Dios lo quiere, viene cargado de Música; en Abril espero sacar nuevo trabajo de «Un ruido llamado Ángel«, esta vez, y para seguir jugando al despiste, no quiero avisar <<por ahora>> de qué va; será una nueva vuelta de tuerca, un conjunto vacío de extraños temas que aspiran a ser por siempre malditos. Poco más adelante, tengo muy avanzada la segunda parte de «Landscapes and Drones«, esta vez más minimalista: «Átomos y Mónadas: Microespacios«. Ardo en deseos de volver al directo con mis amigos de la Cigar Box Blues Band, y de poder hacer públicas algunas colaboraciones que me tienen muy motivado y completamente absorto en mis pensamientos.

Como pueden deducir de esta última parrafada es, por el día, mi Carta a los Reyes Magos. Eso, y que tengamos todos salud para sobrellevar el nuevo año. Abrazos.

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