Sentido y sensibilidad, humano, demasiado humano: cómo y por qué limpiarse el culo para seguir teniendo mano izquierda y que salga el sol

La música es casi siempre, sensación de algo. Con las sensaciones, los impulsos, las intuiciones y las meigas, nos equivocamos constantemente. «Los autores más espirituales producen una sonrisa poco sensible» (argumentaba Nietzsche). Consta en sus memorias, que el tal Friedrich, no se limpiaba el culo con la mano derecha.

Tocar (música) es como pintar un paisaje: para unos será pura belleza, y para otros, para otros será la canción más fea del mundo. Me ha pasado tantas veces, he querido dejarlo en tantas ocasiones (me refiero a la música), que pienso que tengo adicción a empezar de nuevo, porque lo que me motiva no es el fin que justifique los medios, sino el viaje, el proceso de no llegar a ninguna parte y a todos los sitios; y si cada día es un nuevo comienzo ¿por qué no iniciarse en los primeros principios rememorando aquellos recursos que en la infancia se nos presentaron de forma natural? retrotraerse a tiempos pueriles en los que era más importante la amistad que el dinero, que la fama… Nada podía sustituir al elemento de sentirse a gusto, de buscar la felicidad, de rodearte de personas cuyo objetivo era y es no tener objetivo, dejarse llevar simplemente para buscar un momento de belleza, o un instante de calidad, sublime.

Y si cuento esto es porque tengo la misma sensación que tuve hace algún tiempo, percibo que viene algo interesante desde todo punto de vista, desde la perspectiva musical, humana y creativa. Me parece que, sin desmerecer a nadie, hay un punto de encuentro, una “especia” de unidad (de Arrakis) que va más allá de lo humano, que es completamente extraterrestre, por momentos surrealista. Lo dice alguien que viene de Marte y vive en Júpiter. Y puede que me equivoque, pero de este proceso no hay quién me libre, salvo yo mismo. Con este nuevo ejercicio de onanismo te das cuenta de que se trata justamente de eso. ¿Cuántas veces te han dicho que si no preguntas no lo entiendes?

Así que, probablemente, se avecine una nueva cura de Romanticismo, posiblemente con la distancia aprendida, con la intención de ver las cosas que nunca viste, con la necesidad de atender más a las razones que al propio corazón, pues algunas veces «las personas que nos brindan su plena confianza creen por ello tener derecho a la nuestra. Es un error de razonamiento: los dones no dan derecho». (Nietzsche). Obviamente, las confianzas, los créditos, la fe y hasta la determinación son como unas buenas vacaciones, terminan por acabarse.

Los árabes no comen con la mano izquierda (reservada al aseo personal), por razones evidentes, para evitar impurezas, así que intentaré no mancharme de mierda en lo sucesivo. Para ello comenzaremos soltando lastre, y que salga el Sol, siempre el Sol.