Colette Maze lleva casi poco más de un siglo tocando el piano, publicó su primer álbum a los 84 años de edad. Se expresa con una sensibilidad y sencillez que no puede más que provocar todo aquello que debería significar el primer principio para un músico: la emoción. Para esta extraordinaria mujer, la música «no son sólo escalas, es todo un mundo interior del que debes dar algo, o se pierde». Muy significativas son sus palabras en las que advierte que la «música es una responsabilidad hacia los demás y hacia nosotros mismos«, idea en la que he incidido en numerosas ocasiones en este modesto pero intenso (por momentos) Blog. Es decir, es, o puede ser una forma de educación. Y la educación requiere varios asuntos importantes, entre ellos, el esfuerzo, la empatía y la comunicación.
Fue Don Miguel de Unamuno en su obra «La base Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y los pueblos» (1913) <<aviso para los modernos, contiene spoilers>> el que planteó la paradoja entre el vivir y el conocer. Mucho se ha hablado acerca de que el conocimiento causa dolor, frente a la ignorancia, que puede resultar muy placentera por desconocimiento de causa (traigo de nuevo aquí, a colación, nombrado una y mil veces: Cioran «Lo que sé arruina lo que deseo«).
Y puede que haya algo de cierto en todo esto, en cuanto a que la vida tiende a lo antirracional, y muchas circunstancias que tienen que ver con lo racional, a su vez, tienden a lo antivital. No me quiero poner muy «espeso», pero voy a esgrimir un ejemplo muy simple. Hoy me he levantado, y mi Ipad no tenía batería, mi reloj de pulsera tampoco, mi móvil estaba apagado (sin carga y sin cobertura); por un momento no encontraba forma humana de averiguar qué hora era, con las persianas bajadas y en la oscuridad no tenía noción del tiempo; y de repente me invadió una sensación de bienestar infinita, me tumbé en la cama al modo que lo hacía Juan Carlos Onetti (que vivió, según su viuda, en la cama por pura pereza) y no pensé en nada. La Nada Nadea (Heidegger) y el Logos (mundo) loguea. Asimismo hasta que no pude «logearme» en el portátil no volví a caer en la cuenta de que, pese a ser sábado, tenía mil cosas que hacer de mi trabajo, y tomé conciencia de lo «tarde» que era (suelo levantarme a las 5 de la mañana, por deporte y para aprovechar el día).
Así que amigos, la clave para vivir 100 años es, o bien no hacer nada o hacer siempre lo mismo, pero bien hecho. Más cómico de lo que parece es, por momentos, la representación que nos hacemos de nuestro día a día. En Filosofía, hay un categoría de la estética que expresa cierta disconformidad (total o parcial), de la actividad y conducta de las personas, y de su mentalidad y costumbres: se trata de lo Cómico. Así que a veces nuestra uniformidad es Cómica.
Bergson argumentaba que “El mayor enemigo de la risa es la emoción”. “En una sociedad de inteligencias puras es probable que ya no se llorase, pero tal vez se seguiría riendo; mientras que en una de almas invariablemente sensibles, en perfecta sintonía con la vida, ni conocerían ni comprenderían la risa». De esta forma, si lo cómico anestesia el corazón, lo que da sentido a nuestra vida es precisamente no plantearse grandes preguntas, no cuestionarse grandes anhelos, sino más bien vivir con lo justo y necesario para que lo racional no nos «lleve» a ningún pozo oscuro, para que seamos nosotros los que controlemos nuestros pensamientos e ideas, para que lo antivital ( lo racional) no prevalezca, y quede uno en el mero goze de Vivir sin estar pendiente del tiempo.