La Gran Belleza

He tenido la suerte de viajar a Italia varias veces, la primera de ellas en 1996 con ocasión de la Muestra de Jóvenes Creadores de Europa y el Mediterráneo celebrada en Turín. Desde entonces adoro Italia.

Para aquella ocasión Theodore Graves grabamos en el estudio de Cambayá Records en Antequera y bajo la magnífica producción de Conde, uno de nuestros temas favoritos:

Mi ciudad preferida de la península Itálica es Florencia, he tenido la fortuna de padecer allí, en una época de mi vida en la que ni sabía que existía (y no me da vergüenza decirlo) el Síndrome de Stendhal. Da igual si fue sintomático o no, lo que es seguro es que La Gran Belleza me superó.

Y vivimos ahora un momento en el que La Gran Belleza es muy necesaria. Por suerte he visto durante esta pandemia que algunos compañeros músicos están de enhorabuena y tremendamente inspirados. Me parece oportuno traerlos aquí para compartir con vosotros algunos trabajos que merecen nuestra atención. Perdone que insista, ya lo dijo una persona a la que admiro, compartir es amar.

Ya destaqué en otro post, la manufactura de José Ojeda en «Río Lucinda» sobre el que no quiero extenderme de nuevo, porque es suficiente una escucha para darse cuenta que es un proyecto exquisito.

Merece la pena comentar la encomiable labor realizada por Ignacio Béjar con sus conciertos gratuitos, en los que ha tratado de trasladarnos paz, armonía y equilibrio.

Aunque es anterior a la pandemia, Conde ha estado sacando un par de vídeos adelanto de su nuevo trabajo, entre ellos me gusta especialmente:

Me han sorprendido gratamente la delicada labor del músico Rafa Isausti, con un par de vídeos simplemente maravillosos:

Hay otros proyectos que me gustaría destacar, pero unos deben permanecer en el ámbito de lo privado y a otros, me gustaría dedicarles más tiempo. Uno de ellos es producto de la imaginación de José Manuel Benito (Beni), y ni puedo ni quiero dar más datos. Otro, es el segundo trabajo de «A Ritual Play» que, me consta, promete muchísimo. El tercero, el nuevo trabajo de «Mágicos Cabrones del Ruido«; sobre todos ellos, necesito una pausa, coger la postura, y encontrar el momento adecuado para tratarlos como merecen.


Me gusta decir que nunca se abandona la música, que es ella la que te deja a ti. Ya dije en otra ocasión, que a mí me ha dejado muchas veces. Por eso estos proyectos, de lo que he podido ver y que me disculpen los ausentes, me parecen tremendamente inspiradores. Dos cosas sólo, gracias y felicidades.

Dicen que la Belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla. Pues eso mismo.

Pd: … y como la Belleza no hay que dejar de buscarla, como muestra un botón, de obligado visionado: La grande bellezza