El hombre esquizoide del siglo XXI: nada tiene de lo que necesita, entre gorriones e insectos

Pie de gato, garra de hierro
los neurocirujanos gritan por más
en la puerta envenenada de la paranoia
Hombre esquizoide del siglo XXI

Estante lleno de sangre,
alambre de púas
La hoguera funeraria de los políticos
Inocentes violados con fuego de napalm

Hombre esquizoide del siglo XXI

Semilla de la muerte, la codicia del ciego
Poetas hambrientos, sangre de niños
Nada de lo que tiene realmente necesita
Hombre esquizoide del siglo XXI

(King Crimson21st Century Schizoid Man)


El hombre esquizoide es anterior al siglo XXI, desde luego que sí. Michel Foucault aborda la visión de la sociedad occidental sobre la locura en diferentes etapas: en la Historia de la locura en la época clásica  (1961).

Hay mucho músico actual que no escapa a la clasificación de loco, tirado, flipado, majareta o «colgao de la vida», entre los que por supuesto me encuentro, ocupando el primer lugar en el podio. Y me viene a la mente, como tarado que soy del ranking, el exterminio de Gorriones en China.

Mao Zedong tuvo la brillante idea medioambiental de hacer desaparecer esta pequeña ave porque pensaba que se obtendría más grano, y lo hizo sin pensar que los insectos se multiplicarían, asolando los cultivos y provocando una gran hambruna. Pues bien, nuestro gorrión es la música original en vivo, que está siendo vapuleada una y otra vez por las versiones hasta el punto que puedes encontrarte dos cosas: comentarios absurdos en foros que preguntan si el grupo es o no de versiones (el público es soberano pero la cultura no), la segunda, situaciones como la del Velvet Club Málaga, que reclama (según me dicen) de la atención de sus usuarios porque cuando termina el concierto la peña sale despavorida, sin el argumento claro de si la causa es que la gente, una vez terminado el concierto, no muestra interés por el sitio, o si la música original no mueve más que a una panda de nerds más bien frikis, cuya economía descarta por completo el uso y abuso de locales abyectos, heridos en el orgullo de verse vacíos pese a ofrecer una programación muy digna.

Y volviendo a Foucault, si hubiera que escribir un prólogo de su libro, podría extenderse sobre la cuestión de aquellos que parecen sanos, pues a veces el loco es portador de cierta sabiduría. Habría que suponer que aquellos que presentan síntomas anteceden la enfermedad del alma, el hospicio que supone el castigo de parecer cuerdo. Y es por eso que afirmo que solo espero mi ducha de hielo, o la camisa a la fuerza, el hombre esquizoide sabe que el único orden social coherente es permanecer encerrado entre cuatro paredes, el hombre eszquizoide nada tiene de lo que necesita , el hombre esquizoide se mueve entre gorriones e insectos.