El encantador de serpientes

¿Y por qué no decirlo? de España, ese estado en el que la salta la banca y la política convulsiona cuando se mueve la «pasta», (ojo con los «dineritos» de los fondos europeos, que están en el origen de algunos movimientos bastante curiosos que se están dando a nivel sociopolítico).

Acostumbrados como estamos a pedir mucho y dar poco las gracias por lo que tenemos, un deporte, el de pedir, en el que somos consumados expertos. No puedo evitar acordarme con tristeza de la situación de la música en general. Cuando ayer tuve que suspender un concierto previsto para el próximo 16 de Abril en la Sala The Hall, pasé la tarde apesadumbrado, armado únicamente del deseo de que fuera el último que hubiera que «prorrogar» sin fecha.

Y desde este simplismo particular, no se me ocurre otra cosa que dar las gracias a: Zeppelin Bar, Sala The Hall, Artsenal, Sala Velvet, Mulse, The View Marbella, Chez Christel, Black Velvet Torremolinos, ZZ PUB, Bar de las Motos, Vinilo Café Pub, The Garrison, The Monaghan`s... Y a todos aquellos compañeros que están viviendo una situación precaria, pues considero que músicos, promotores, salas, y público, estamos en el mismo barco: el de la cultura.

Como me dijo ayer un valiente, «no te preocupes José María, ya vendrán mejores tiempos», sólo puedo decir que pocas veces palabras tan sencillas han llegado tan lejos y han infundido tanto ánimo, y que sólo me queda dar de nuevo las gracias y que no me cansaré de hacerlo aunque sea algo por lo que me regañen continuamente; ya lo comentó una persona cercana en cierta ocasión «no des más las gracias que pareces un BANCO», y por cierto: OJO con *ellos y su poder narcótico, con las noticias, con los medios de comunicación y con la política (que son la misma cosa), y mucho OJO con los fondos europeos, que nos va el futuro en ello. Amigo, siga usted la pista del dinero.

Finalmente aconsejo precaución a *esos «encantadores de serpientes», pues, aunque nos hipnoticen con su «música» , cuando se levante la tapa de la cesta a lo mejor toca morder.