En 1998 andaba yo trabajando cerca de San Pedro de Alcántara, era una especie de Ayudante de Dirección en una empresa en la que, ni hacía falta dirección, ni ayudante alguno; 3 personas en un departamento creativo que podría declararse como auténtica República Independiente, esto es, que cada cual hacía la guerra por su cuenta y riesgo, no he visto mini colectivo profesional en toda mi vida más heterogéneo, tan productivo, y con un fondo humano excelente.
Muchos mediodías los pasábamos comiendo en una especie de tasca/mini restaurante, que regentaba un tal Iñaki, vasco para más señas, todos los días tenía por costumbre recibirnos con la misma respuesta a la misma pregunta. ¿Iñaki, qué tenemos hoy para comer? Ropa Vieja <<decía>>. Y así uno tras otro, lo cierto es que por 750 ptas no podías comer mejor en la zona.
La Ropa Vieja de Iñaki era una delicia, nunca me pareció que fuera el sobrante del día anterior, ni aprecié nada superfluo ni inconsistente en su comida, saboreaba cada bocado como si fuera el último. Lo mismo debe pasar esta noche, que vamos a dar un poco de lo nuestro sobre cosas que no son nuestras, quiero decir que abordaremos un conjunto de versiones de autores a los que respeto mucho, pero que por su calidad no son excedentes ni remanentes, están escogidos a conciencia para remover conciencias, al menos para remover la mía, en tanto en cuanto no todo vale (a pesar de Paul Feyerabend, que tenía una visión anarquista de la ciencia y resumió sus teorías críticas en la frase «todo vale»).
También yo tengo una visión un poco anarquista de la música, en tanto en cuanto si cualquier método es válido, entonces lo que se obtiene del mismo también es válido. Ya ven, soy pura contradicción. Mi relación con la filarmonía es una especie de Insulo de la Rozoj. La Isla de las Rosas (en esperanto Insulo de la Rozoj) fue una plataforma artificial en el mar Adriático, a 11,612 km de la costa de Rimini, a 500 m de las aguas territoriales italianas, que en 1968 fue proclamada por su fundador, el ingeniero boloñés Giorgio Rosa, Estado Soberano. La experiencia de la autoproclamada República Esperantista de la Isla de las Rosas duró más bien poco, fue demolida en el sacrosanto año de 1969. Y si cuento esto es porque próximamente se cumple un aniversario, el 12 de Noviembre de 2009 se publicó el primer trabajo de «Un Ruido Llamado Ángel«, Androgenia Pop, sobre el que tengo el mejor de los recuerdos: gracias a Miguel Paredes por la producción, a Nanet (Estenopeica) por sus teclados, a Ramón González (Betamax) por sus bajos, y a la inestimable ayuda en directo de Mario Paniagua (guitarra), Antonio Sierra (batería) y Miguel Olmedo (estudios Artesonao). Y es muy posible que a final de año se termine mi pequeña ínsula, con «Átomos y Mónadas: Microespacios«. Una especie de despedida y cierre de una Utopía lejana, para dar paso a Distopías más cercanas y próximas, aunque no es menos cierto que conmigo nunca se sabe si vas para la izquierda o para la derecha.
Somos lo que hacemos de forma repetida. Por tanto, la excelencia no es un acto, sino un hábito
Chascarrillo mal atribuido a Aristóteles
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Como lo que importa es el presente, volvamos con un bocado de realidad, esta noche toca Rock And Roll, bueno Blues, bueno cerveza y Blues-Rock, yo que sé… Esta noche estaremos rodeados de buena gente, de familia, me consta que se va a «petar», y daremos lo mejor que tenemos. Gracias a Salva (Armónica), a Pedro Gutierrez (Batería), a Antonio Galán (Bajo), a Charly (teclas) a Ricardo Texidó (Voz) y gracias a la sala y especialmente a ti por lo que te toca, Princesa. Os echaremos de menos: Mario Paniagua (Guitarra) y Javier Díaz (Voz). Como decía un sabio, nos vemos, y si nos vemos nos saludamos, pues eso…
Pd: Adjunto setlist, con previsibles sorpresas que no voy a comentar ahora.
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