Pues no, no todo es una mierda, no es que lo diga yo, lo dicen los hechos. La decencia siempre triunfará, por eso da gusto escuchar a muchos músicos, entrados en edad, que no decaen.
La decadencia también puede ser una forma de arte: caída, descenso y degeneración es lo que nos sobra, pero no aquí, ni ahora. A mí lo que he escuchado me gusta, aborda de nuevo una cuestión de estilo equivalente a The New Flock Of Seagulls Album.
Y no hace falta mucho esfuerzo para descubrir cosas nuevas maravillosas, y gente del pasado que no acusa deterioro alguno en sus formas, en su estética. Porque al final la música es eso, una cuestión ética, es más una conducta, una aptitud que se empaqueta en una forma de armonía.
Lo bello no es vivir, sino vivirlo. Disfruten.