Escribo esto pellizcándome, pocas veces tiene uno la oportunidad de ver a uno de sus grupos favoritos con tantas circunstancias favorables. Lo vivido esta noche (Martes 18/11/2025) en la Sala Trinchera, con llenazo absoluto, en la mejor compañía, con un sonido espectacular, con unos músicos de tanta experiencia y bagaje, y reencontrándose casualmente con viejos amigos muy queridos y echando de menos a otros. Como digo, quiero decir, escribo, ha sido una experiencia única.
The Psychedelic Furs ha desplegado un arsenal propio de otras épocas y otras épicas, una mezcla de elegancia, de saber estar encima de un escenario, profesionalidad, selección del método y setlist; un cancionero tremebundo en el que no han faltado todos los clásicos de la banda, y sin embargo, para mi gusto, la eclosión llegó con la versión de India (un tema que ni en mis mejores sueños pensé jamás poder escuchar en directo). Lo de sus miembros fundadores: Richard Butler – voz no tiene nombre, su estado de forma es excelente, y Tim Butler – bajo no le va a la zaga.
Son muchas las cuestiones que se me plantean después de ver tamaño concierto, una actuación para gente que busca calidad en un entorno de llenazo absoluto, y por cierto, una peña de cierta edad, más bien mayores, lo cual indica que también hay personas ávidas de otra cosa que no sean el típico run run.
Lamento mucho, muchísimo, no haber podido ver más tiempo a los teloneros, ni me enteré que tocaban y estas cosas me duelen por respeto hacia Dear Boy, un cuarteto de Los Ángeles que practica lo que podríamos llamar rock alternativo con influencias post-punk, con un rollo guitarrero británico de los 90… Muy buenos…
En cuanto a cuestiones técnicas «guitarriles» un par de asuntos sin entrar en profundidades. Los guitarristas iban directos a mesa, el principal Rich Good llevaba una Fender Tone Master Pro y el que hacía más bien de acompañamiento (que me perdone no encuentro su nombre y sé que me suena muchísimo) una Helix Floor. Puedo jurar que no he echado de menos ningún amplificador, y que el sonido ha sido absolutamente impresionante; el bajista sí que llevaba un amplificador Ampeg, y la teclista algún soporte para escucharse, pero todos con Sistemas In Ear inalámbricos.
Así que solo puedo recomendar, donde quieran que vayan, que no se lo pierdan.
